Bienvenida

Esta es la página de Mara Yazmín Morales Torres. En los paneles laterales de la derecha puede encontrar los textos publicados hasta ahora, junto con mis datos personales: Ensayos, Los grandes autores y Artículos de interés general.

domingo, 22 de abril de 2007

Critica de la modernidad de Alain Touraine.


La critica a la modernidad que presenta el autor no descansa en un principio único, menos aun en la simple destrucción de los obstáculos que se oponen al reinado de la razón; la modernidad es el dialogo de la razón y del sujeto. Sin la razón, el sujeto se convierte en el instrumento del poder.


Alain propone que negar a retornar a la tradición y a la comunidad, debemos buscar una nueva definición de la modernidad y una nueva interpretación de nuestra historia moderna que se ha visto reducida al la razón y la secularización. La modernidad ha quebrado el mundo sagrado que era a la vez natural y divino creado y transparente a la razón, ha reemplazado la unidad de un mundo creado por la voluntad divina, la razón o la historia, por la dualidad de la racionalización y de la subjetividad. Por lo que la modernidad se define por esa separación creciente del mundo objetivo creado por la razón de acuerdo con las leyes de la naturaleza y del mundo de la subjetividad que es ante todo el mundo del individualismo o el de la invocación a la libertad personal. Primeramente se recordara el triunfo de las concepciones racionalistas de la modernidad, a pesar de la resistencia del dualismo cristiano que animo el pensamiento de Descartes, a pesar de las teorías del derecho natural, luego la destrucción e el pensamiento y en las practicas sociales se esa idea de la modernidad, hasta llegar a la separación completa de una imagen de la sociedad como fluir de cambios incontrolables en medio de los cuales los actores elaboran las estrategias de supervivencia o de conquista y un imaginario cultural postmoderno. Propone redefinir la modernidad como la relación cargada de tensiones de la razón y del sujeto de la nacionalización y de la subjetivación del espíritu del renacimiento y del espíritu de la reforma de la ciencia y la libertad.


La idea de modernidad reemplaza a dios por la ciencia en el mejor de los casos, deja la creencia religiosa para el seno de la vida privada. En la sociedad occidental moderna se confunde con la endógena de la modernización y se concibió la modernidad como una revolución. La ideología de la modernidad, que se puede llamar modernismo, remplaza la idea de sujeto y la idea de dios de la misma manera en que fueron reemplazadas las meditaciones sobre el alma por la disección de los cadáveres o el estudio de las sinapsis del cerebro. En su forma más ambiciosa, fue la afirmación de que el hombre es lo que hace y que, por lo tanto, debe existir una correspondencia, cada vez mas estrecha entre la producción cada vez más eficaz por la ciencia, al tecnología o la administración, la organización de la sociedad mediante la ley y la vida personal, animada por el interés, pero también por la voluntad de liberarse en todas las coacciones mediante la razón que establece una correspondencia entre la acción humana y el orden del mundo. Es la razón la que anima la ciencia y sus aplicaciones, dispone la adaptación de la vida social a las necesidades individuales o colectivas, es también esta razón quien reemplaza la arbitrariedad y la violencia por el estado de derecho y por el mercado.


La humanidad, al obrar según las leyes de la razón, avanza a la vez hacia la abundancia, la libertad y la felicidad. Y es precisamente tales afirmaciones que las criticas de la modernidad cuestionan, en referencia a en que medida estas afirmaciones son realmente racionales, ya que la autoridad racional legal esté asociada con la economía del mercado en la construcción de la sociedad moderna no basta, ni mucho menos para demostrar que el crecimiento y la democracia están ligados entre si por la fuerza de la razón. Lo están por su lucha común contra contar la tradición y la arbitrariedad. La misma crítica es en razón contra el supuesto vínculo de la racionalización y la felicidad. La liberación de los controles y de las formas tradicionales de autoridad permite la felicidad pero no la asegura, a pela a la libertad pero al mismo tiempo la somete a la organización centralizada de producción y del consumo.


La afirmación de que el progreso es la marcha hacia la abundancia, la libertad y la felicidad y de que sesos tres objetivos están fuertemente ligados entre si no es mas que una ideología constantemente desmentida por la historia. Existe u tipo de dominación en la modernidad que se extiende de manera autoritaria, pero cuando apela a la libertad del sujeto, tiene la finalidad de someter a cada uno de los intereses del todo.


La sociedad parece reducirse a una empresa que lucha por sobrevivir en un mercado internacional, mas se difunde simultáneamente en todas partes la obsesión de una identidad que se pierde atendiendo a lo social, se trate del nuevo comunitarismo de los países pobres o del individualismo narcista de los países ricos.


La vista y comprobada separación completa, de la vida publica y la vida privada determinaría el triunfo de los poderes que ya solo se definirían en términos de gestión y de estrategia frente a los cuales la mayor parte de la gente se replegaría en un espacio privado, lo cual no dejaría de crear un abismo sin fondo donde antes se encontraba un espacio publico, socia y político y donde habían nacido las democracias modernas. Pero no vivimos en una sociedad postmoderna, sino una sociedad post industrial, es decir, programada y definida por la importancia primordial de las industrias culturales, que, constituye un campo de acción cultural y social aún más vigorosamente constituida de lo que lo estuvo la sociedad industrial hoy en decadencia.


El ser humano no puede disolverse en la post modernidad, porque se afirma en la lucha que impone su dominación en nombre de la razón.


La democracia es en primer lugar un régimen político que permite a los autores sociales formarse y obrar libremente. Los principios constitutivos de la democracia son los que rigen la existencia de los actores sociales mismos. La democracia se define por las libertades publicas y personales que limitan la arbitrariedad del poder hoy en día reducimos a la democracia a procedimientos institucionales olvidando la tarea de limitación del poder. Lo que aparece como triunfo de la democracia no es otra cosa que el reemplazo de un régimen intervencionista por mercados políticos competitivos. Donde el poder político desaparece favorablemente cuando el Estado es reemplazado por actores económicos, sociales y culturales autónomos sin pretensión de poder absoluto, desfavorablemente cuando ese debilitamiento entraña el sostenimiento de toda sociedad a los intereses de los principales actores en el mercado. La democracia ha sido tan fuerte en los países industriales de Europa y América del Norte por que esos países enfrentaron francos conflictos sociales de alcance general al tiempo que adquirían una relativa integración social y una vigorosa cohesión nacional. La democracia moderna se entiende como una soberanía popular, un orden político libremente creado, basado e principios universales, capaz de imponer límites y reglas a un orden social dominado por la desigualdad, arbitrariedad y privilegios. Pero el poder popular colocado al centro del sistema político no asegura la protección de las libertades publicas, al contrario funda la influencia de la ciudad o el rey con la ciudad publica o privada, dado por el reemplazo de la autoridad religiosa por la política, el reemplazo de dios por el príncipe es este cambio en donde se da la modernización de la política. La democracia es decir el régimen mediante el cual los gobernados eligen a los gobernantes solo puede existir si la libertad dispone de un espacio indestructible, si el campo del poder es mas limitados que el campo de la organización social y el de las decisiones individuales, pero además si el poder debe de estar limitado es preciso también que los actores sociales se sientan responsables de su propia libertad. No hay democracia sólida sin medios educativos como la familia y la escuela.


En todos los países, la democracia no puede existir si no es representativa; sin que la elección entre varios gobernantes corresponda a la defensa de intereses y opiniones diferentes, además de que esa sea libre, pero también es preciso que los intereses sociales sean representables. La condición para que la democracia sea legitima es que los gobernados elijan a sus gobernantes, participen en la vida democrática y se sientan ciudadanos. Ser ciudadano significa sentirse responsable del buen funcionamiento de las instituciones que respetan los derechos del hombre y permiten una representación de las ideas y los intereses.


La representatividad de la democracia debe definitivamente de existir, sin que la elección entre varios gobernantes corresponda a la defensa de intereses y opiniones diferentes, además de que esa sea libre, pero también es preciso que los intereses sociales sean representables. El sistema democrático es débil en la medida de que el apoyo al partido político sea lo que determine las posiciones que se toman ante los principales problemas sociales. La democracia supone una sociedad civil vigorosamente estructurada, asociada a una sociedad política integrada y ambas sociedades deben de ser tan independientes como les sea posible del Estado, caracterizado como el poder que obra en nombre de la nación.


La democracia es la forma política que garantiza la compatibilidad y la combinación de lo que con demasiada frecuencia se manifiesta como contradictorio y que puede conducir al conflicto mortal, cual quiera que sea el vencedor. Las formas institucionales de la democracia, que se sitúan del lado de la oferta política que en el de las demandas sociales. No puede haber una elección de los gobernantes por los gobernados si los electores ni siquiera saben cuál será la política económica, social e internacional de los elegidos.


En el análisis de la acción democratizante surge, la importancia de las elecciones libres, pero se prolonga a una reflexión sobre la ciudadanía y la participación política cuanto más un partido político se considera portador de un modelo de sociedad, en lugar de ser un simple instrumento de formación de decisiones políticas, más se debilita la democracia y más subordinados están los ciudadanos a los dirigentes de los partidos. La ciudadanía implica preocupación por la cosa pública y por la mayor continuidad posible entre las demandas sociales y las decisiones de largo plazo tomadas por el estado. La sociología no se constituyó como el estudio de la vida social, definición demasiado general, sino definiendo el bien desde el punto de vista de la utilidad social de la conducta humana observada. La vida de una sociedad se basa en una interiorización de normas, la correspondencia entre las instituciones encargadas de socializar a los miembros de la colectividad, especialmente a los recién llegados, niños o inmigrantes.

No hay comentarios.: